Go to wearebreathingart.blogspot.com: Por todos aquellos que creían que su historia iba a ser interminable

"He who walks in the company of fools suffers a long

way. Company with fools... is always painful;

company with the wise is PLEASURE".

Buddha

Porque cuando somos jóvenes nos creemos invencibles. Pero de repente aprietas el botón y pum. Ya no hay mas. Lo que sea que hayas pulsado se apaga. Muchas veces me pregunto si otros pueden pulsar ese botón por ti, o si hay un destino escrito en algún libro mágico o en una bola de cristal, o si uno o varios dioses se preocupan del destino de cada una de las personas que habitan este planeta y hacen que ese destino siga su curso.

Seguramente todo tenga parte de mágico. O parte de suerte. O eso me gusta pensar, para que no me parezca tan difícil y complicado tomar decisiones y seguir avanzando.

Mucha gente no aprecia la fragilidad del destino, o de la suerte, o de las decisiones, y cuando nos queremos dar cuenta, alguien ha apretado el botón y estamos en off.

Hoy, por varios motivos, me he dado cuenta de todo lo que perdemos el tiempo, y de cuanto damos por hecho que todo seguirá en su lugar al día siguiente para nosotros. Pido perdón a todas esas personas con las que he malgastado el tiempo alguna vez enfadandome por cualquier tontería, discutiendo por detalles. Pido perdón a todas esas personas que forman parte de mi vida y a las que no le digo todos los días que las quiero.

Siento haber hecho daño a quien menos se lo esperaba de mi. Y en cierta parte doy gracias por saber ser cariñosa muchas veces, y por sonreír tanto como sonrío. Creo que uso mucho mi sonrisa para no tener que pedir perdón.

Propósitos para mi "nuevo año", año que he decidido empezar ahora:

disfrutar aun mas de todas las cosas que hago y de todas las personas que me rodean, cantar mas en la ducha y comer un poco mejor. También quiero volcarme en algo que me guste, no dejar de leer y seguir viendo muchas películas, y escuchando buena música. Y seguir haciendo fotos. Ah. Y no dejar de sonreír.

Nadie tiene derecho a pulsar off. Porque no nos damos cuenta, y la vida se pasa en 65 segundos.