Sábado por la noche después de una ensalada de coco. Humedad 79%. Temperatura 85 ºF. Calor. Ventilador. Ventanas abiertas. Pelo mojado. Planes para mañana. Me encantan los domingos. Hay quien dedica los domingos a Dios, yo personalmente, me los dedico a mí misma. Casi siempre consigo ir a Starbucks a desayunar. No cualquier Starbucks, no, el Starbucks que hay en Humble Barnes&Noble. Es una librería genial. Cualquier libro que busques está en Barnes&Noble. Pero lo mejor de todo es que puedes coger el libro, pedirte tu desayuno, y leertelo entero si te apetece, y sin pagar ni un céntimo. A mi me gusta coger libros de fotografía, esos libros super gordos que nunca compras solo por no cargar con la bolsa. Fotografía, o diseño, incluso arquitectura o historia. Y los miro. Ni siquiera los leo, porque si consigo ir a Starbucks he tenido que levantarme pronto y yo, cuando me levanto pronto los domingos tengo dolor de cabeza, no estoy para leer. Por eso, solo los miro. Paso las páginas y miro las fotos, sin prisa pero sin pausa, como diria mi abuela. No leo ni una sola línea. A veces el título de la foto eso sí. Tengo todo el tiempo del mundo. Casi siempre me pido un mocha frappuccino light, no whip, y le echo canela por encima, muchísima canela. Si estoy de buen humor pido una tostada con Philadelphia, o blueberry bagel, están riquísimas. Pero eso sólo si estoy de buen humor. Y me puedo pasar horas y horas sentada. Si me aburro llamo por teléfono a España, que son horas decentes allí. Al lado de Barnes&Noble está Victoria's Secret y American Apparel, suelo darme una vuelta mientras espero a Marie. Si no es muy tarde cuando ella aparece, nos vamos a ver una película. Las de miedo y los dramas están prohibidas los domingos, no queremos sufrir, solo queremos reirnos. Y sin aun tenemos tiempo después de la película, cenamos sushi o chino, depende del día, están uno al lado del otro. Si hemos tenido suerte, podemos hacer el plan completo, si tengo que estudiar o alguien de la familia necesita el coche, me quedo solo con mi desayuno en Starbucks, que ya es bastante. El domingo pasado me compré un sombrero y miré pinturas para mi cuarto. Me decidí por el azul turquesa. Me enamoré de mi sombrero.
"Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, mas puras.
Hay más bellas que tú, hay mas bellas.
Pero tú eres la reina.
Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
la alfombra de oro rojo
que pisas cuando pasas,
la alfombra que no existe.
Y cuando asomas
suenan todos los ríos
en mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.
Sólo tú y yo,
sólo tú y yo, amor mío,
lo escuchamos"
Pablo Neruda
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