sábado, 27 de agosto de 2011

Para,







Parón en Madrid. Por poco tiempo, mañana a las 8:00 a.m. de camino a Amsterdam.
En una semana de vuelta, y me enfrento de golpe y porrazo con la realidad de las clases. 
Verano movidito. Playa, Madrid mas playa, Madrid y ahora Holanda. 


Lot of ups, lot of downs.




He tenido todo el verano para acostumbrarme, todo el verano para pensar y dar vueltas. 
No ha sido un verano fácil, aunque si divertido.
He tenido casi tres meses para volver a hablar español como una persona normal (aunque sin corrector ortográfico en el ordenador aun meto la pata), para retomar todo lo dejado con mi gente, para adelgazar los diez kilos que me hizo ganar McDonald's, para relajarme, para perderme un poco mas, para viajar, para salir, para bailar, para no dormir por la nochesy dormir mucho por el día, para tomar el sol, para experimentar...
Y creo que después de tres meses y de ir de un lado a otro sin parar a pensar, por fin, he vuelto un poquito a mi ser. 
Me queda rutina para volver a ser completamente yo, o quizá haya un algo que nunca se recupere. 
He meditado mucho sobre los cambios. Que, he llegado a la conclusión, son buenos si sabes aceptarlos. De otra forma, son malísimos.
Me costó tanto llegar porque no quería ver todas las cosas que habían cambiado, todo lo que yo había cambiado. Llegada a Madrid, muy dura. Pero ahora, sin ser nosotros, sin ser tu y yo, me he dado cuenta de que YO soy, como me gusta ser. Con mis tonterías y mis fallos, pero oye, me lo he currado. Dicen que nadie te acepta hasta que no te aceptas a tí mismo. Es totalmente cierto.
Tengo la sensación de que ya he retomado el camino que dejé al irme. 
Ahora solo me queda disfrutar de Amsterdam, volver y empezar un año de artes que me va a encantar y a costar mucho. Es lo que toca. Volver a escribir sobre cosas banales, el día a día. Me toca retomar mi vida, tanto si vuelves como si no. No hay mas trampa ni cartón. 
Estoy totalmente dispuesta a tomarme este año con toda la positividad que encuentre, y voy a disfrutar, y a trabajar mucho. Y volveré a ser yo, otra vez, con mis manías y mis bobadas, con mis sonrisas y mis aires. Todo vuelve a empezar. Septiembre siempre nos brinda maravillosas oportunidades y nos hace sentir que volvemos a comenzar. 




Y vuelvas o no, yo ya habré empezado. 








Y así, sonrío 













.

No hay comentarios:

Publicar un comentario