Dicen que la primavera la sangre altera. Pues en mi opinión, el verano es la cumbre.
No se el resto del mundo, pero a mi el verano me excita. Calor. Mojitos. Ritmo. Agua. Música. Y lo mejor, que todo el mundo duerme sin ropa. Si es que nos lo dan todo hecho.
Es una de esas noches en las que me siento exótica. Y salvaje. Y no me importa que tú no estés.
No me importa si te quedas. Si te vas, o si vuelves. Ya me encontrarás.
Yo tengo
verano.
Y desenfreno.
Las cartas, sobre la mesa. Si no eres tú, son otros.
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