lunes, 4 de julio de 2011

Ahora,





Ahora resulta que el mundo está loco. Loco de remate. 


El viernes, justo después de enterarme de una muerte de un ser querido, y justo antes de ir al entierro, fui a una sesión de Reiki.
Reiki es una técnica japonesa basada en la energía. Cuando la energía está bloqueada en cualquiera de nuestros chakras o puertas, el Reiki ayuda a que esas puertas se abran. Y la energía, digamos, fluya correctamente. Ésto ayuda a estar mejor, física y mentalmente. Ya que todos los problemas físicos están relacionados con los psíquicos y viceversa.
Además me enteré de que nuestra energía, la de cada individuo, es mas o menos tan grande como nuestros brazos extendidos. Y también recordé que la energía no se destruye, sólo se transforma. Por lo visto hay gente que siente muchas cosas. 
En las sesiones hay gente que llora, que se rie, que se duerme, que se vuelve loquísima y quiere morder cosas... todo es energía empezando a fluir otra vez. 
Para ser sincera, en la sesión solo noté muchísimo calor en la cabeza y a continuación me quedé dormida. Luego me dijeron que podía notar cosas durante toda la semana y muchas ganas de hacer pis. Me dijeron que mi cabeza estaba muy cargada y que mi corazón necesitaba descansar. 
"Menuda razón tienes", pensé yo. 
Y por mucho que sienta que tiene razón, no le doy descanso al pobre corazón. Siempre alerta. Siempre buscando. It doesn't heal that easily. 








Ya estoy en Madrid. Ya no me puedo quejar. Pero como le dije a Verónica el otro día, del 1 al 10, me doy un aprobado. A la felicidad digo. 
No paro de hacer cosas, no paro de hacer planes, no paro de bailar, no paro de reir.
Pero quiero planes contigo, y bailar contigo, y reir contigo.
Madrid es como un álbum de fotos que no me deja tranquila. Quiero verte. Y tocarte. Y que me mires, y vea como esa camiseta te hace juego con los ojos. 
Me pongo nerviosa cuando camino por la calle y tu no te cruzas. Me dan ganas de acampar en la puerta de tu casa para pillarte si o si. 
Me pongo nerviosa cuando no se en que estás soñando.
Pero voy a hacer que no ha pasado nada. Que no he dicho nada y que tú sigues locamente enamorado de mí. 
Voy a fingir que no escucho canciones tristes en el metro y que no maldigo a todo el mundo cuando veo a mis amigas enamoradas y felices. Voy a fingir que me da igual y voy a largarme otra vez al mar para que no tenga que preocuparme por nada mas que tomar el sol y ser un pelin maz feliz. 
Pretenderemos que he pasado página y que todas las camas y sudores distintos han servido para algo. 
Siempre se nos ha dado muy bien mentir. 



"Voy por la vida en moto, dando bandazos, a 
200 por hora.  Porque no quiero darme cuenta de lo que pasa alrededor. Pero de repente, aparece alguien que te dice que tranquilo, que aflojes. Y cuando aflojas, te das cuenta de las cosas. Te das cuenta de que en la estantería, hay un trofeo de baile entre las botellas de tequila, que está sonando mi canción favorita, que hoy es martes y trece, y que Rosana, se fugaría contigo ahora mismo a cualquier parte del planeta. Cosas pequeñas. Tu hija me enseña a ir despacio, y eso me sienta bien". 







Al fin y al cabo, yo era yo antes de ser parte de ti. 






2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Echaba de menos que actualizases tu blog. y hoy cuando lo he visto ha sido como, yupi!
    Me ha hecho gracia porque yo tambien voy a veces a reiki y también veo a gente que llora desconsoladamente. Yo especialmente salgo más feliz que un regaliz y descansada
    (pero el calor lo noto en los pies).

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